Es curioso observar como lo que nos rodea se mueve con su ritmo, en su cadencia transformadora y mutable. La sencillez con la que el cambio se manifiesta en su dulce sutileza, alienta las bocanadas de aire en mi pecho. Florecer, enraizado en una tierra fertil, donde siempre habra malas hierbas que arrancar que oxigenan la tierra y mis pensamientos. Nada es mas que nada, nadie tan importante como el otro, como su mirada, como tu reflejo. En las horas en las que el sol despunta es mas facil observar el cambio, el amanecer de una mutacion tras otra. Perfecta la naturaleza en su explicacion de los hechos, pequeños poetas sabios recogen retazos de filosofia en el nectar de sus palabras.
Yo en mi proseguir eterno, vivo este momento. Esperando los pasos del universo para indicarme mi nueva posicion en su plan perfecto. Evolucion, como el arbol que crece en la ladera, fuerte. Madera sobre la montaña, tan lejano conocimiento, tan cercana ensañanza. Y asi un dia veras a tu ser en el espejo. Porque ese ser no es otro que aquello que te empeñas en no ver en tu reflejo.
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